Visita a la Bienal de arte de Montevideo
Este sábado pasado visite la Bienal de Arte de Montevideo; tenia muchas expectativas, por ser la primera vez que se realiza un evento de esta importancia en Uruguay, por la cantidad de artistas que la integran, por ofrecer la posibilidad de ver arte contemporáneo de nivel internacional, y porque habiendo leído algún articulo que declara la muerte del arte, a partir de lo que se exhibe hoy aquí, no podía estar menos ansiosa.
Entrar en el edificio del Banco República, es por si solo una experiencia que merece ser vivida, es una obra de arte y uno siente que es parte de ella. Es sin duda alguna un maravilloso anfitrión para albergar la muestra desplegada para esta bienal.
Una vez dentro, comienzo mi recorrido; la primer obra que llama mi atención es la realizada por Mark Dion, artista norteamericano, que presenta una instalacion realizada toda con objetos que son posesión del banco; a modo de museo, uno puede apreciar desde el primer modelo de teléfono, o la primer maquina de escribir hasta los modelos actuales. Todo esta expuesto sin un orden aparente, y lo que la obra parece testimoniar, es el inexorable paso del tiempo.
Pronto me encuentro con una de las obras que mas me impacto: fue lo expuesto por Guy Tillim, artista sudafricano, que presento una serie de fotografías de la Polinesia en donde nos muestra paisajes o lugares por donde ha pasado el hombre y ha dejado su huella, ya sea por la construccion de un camino o por su sola presencia. La calidad fotografica, el punto de vista colocando al espectador practicamente dentro de la escena, la tecnología y el papel utilizados al servicio de este trabajo, llevan a esta obra a un punto de realismo casi naturalista. Un trabajo realizado con gran solvencia, que nos recuerda que no todas las fotos tomadas en estos tiempos son de amateurs y para colgar en facebook.
La obra de Yang Xinguang, artista chino, expuesta en el piso, la hubiera intercambiado de lugar con la obra de Olmo Blanco, artista español, expuesta sobre el que otrora fuera el mostrador de la recepción en la entrada del banco. Para ver la obra de Yang desde el punto de vista mas interesante, hay que tirarse en el piso, cosa que hacen los niños y nos cuentan que pueden ver el bosque que Yang realizo. Y para poder apreciar la obra de Olmo habria que medir 2.80m al menos, para poder tener una vision aerea del trabajo, que desde donde esta expuesto y con la barrera de distancia que no permite el acercamiento, dificulta ver la obra.
Jorge Satorre, artista mexicano, nos propone una mirada intima de los retratos de los 42 hombres que fueron presidentes del banco, resaltando de cada uno de ellos lo que analizo junto con un sicólogo de las posiciones de sus retratos originales. Un trabajo bastante sesudo, acompañado de leyendas.
A propósito, no olviden sus gafas aquellos que las necesitan para leer, pues hay mucha lectura, y les ayudara a entender.
La alfombra presentada por El Anatsui, artista de Ghana, realizada con envoltorios de papel de caramelo y pegados entre si con hilos de cobre, nos cuenta acerca del reciclaje y el desperdicio. Es una obra de gran tamaño, que juega mucho con los colores, las texturas y los efectos de luz que se producen en las ondas que genera.
"Un retrato común", (así se llama la obra) realizado por un grupo anónimo de artistas uruguayos, fue otra de las obras que me gustaron.
No creo que la propuesta de esta bienal sea razon para decir que el arte ha muerto. El arte contemporáneo, promueve la intención del artista antes que la concreción de la obra, según los críticos expertos, razón por la cual no se encontraban expuestos cuadros pintados al oleo; estos fueron desterrados de este tipo de eventos desde hace mucho tiempo atrás.
Sin embargo, al celebrarse la ultima bienal de San Pablo, un porcentaje de sus obras fueron óleos. Habituados a una tendencia en la que las instalaciones tienen mas presencia, la apuesta de Luis Perez Oramas, su curador, se convierte en singular e interesante.
Creo, que se aproximan tiempos en los que un equilibrio sera necesario para poder seguir adelante. Se ha caminado ultimamente solo hacia adelante, sin hacer un alto para reflexionar, modificar, y entonces continuar.
Por mi parte espero, que llegue el día en que el termino "arte"no se extienda casi hasta el infinito, eso sera para mi bienvenido.