"Oh mamma!" - oleo sobre tela 80cm X 80cm - 2014 |
En una de mis primeras visitas a una cocina de campaña noté la presencia de dos calderas descansando sobre una cocina económica. Esta imagen se reiteraba en cada incursión a una nueva cocina. A fuerza de tanto ver ésta escena comencé a preguntarme, porqué dos calderas?
Sin llegar nunca a formular esta pregunta a paisano alguno ,
"Paisano" oleo 70X90cm año 2000 |
En pos de procurar comprender es entonces que pruebo un ejercicio mental muy simple tratando de imaginar la rutina diaria de quienes conviven en éste cálido y humilde espacio culinario.
Las calderas se utilizan en Uruguay para calentar agua.
Principalmente se calienta agua para el mate
Me imagino que al menos una vez por día se toma mate en todos los hogares salvo tal vez algunas excepciones como toda regla posee.
En la capital nos basta con una caldera para éste menester. En campaña he descubierto sin excepción dos calderas reposando sobre sus cocinas económicas.
Tal vez la respuesta se encuentre en la cocina económica. En el campo un modo "económico" de producir energía es haciendo un fuego con leña producida en el propio establecimiento. Y es aquí donde encuentro que la cocina económica adquiere protagonismo.
Recuerdo ahora ésta brevísima anécdota:
"Tá brava la leña verde!" fue una frase que supe acuñar en una de mis visitas en campaña. En dicha ocasión me convidaron con tortas-fritas , las que se harían como Dios manda en la susodicha cocina. Aquello humeaba que daba miedo, nos lloraban los ojos a quienes estábamos esperando a que salieran las primeras, pero al paisano que las estaba fritando y cada tanto debía cargar el horno con más leña, los ojos los tenía inyectados en sangre. De él era ésta frase: "¡ tá brava la leña verde !" y como para no flaquear en su guapeza, el hombre ni salía un momento para tomar aire fresco. Los citadinos preferíamos sentir un poco de frío con tal de parar el incesante lagrimeo.
Recordaba ésto no sin advertir un aire de familia entre ambas experiencias.
Calderas, cocinas económicas, tortas fritas, mate, son parte de una tradición.
En un intento por aproximar una conclusión deduzco que poseer dos calderas ha de ser una costumbre para mantener agua caliente disponible por más tiempo, ( no se enciende ésta cocina con un simple chispaso). Y es aquí que comienzo a intuir que ésta doble presencia, evoca a la figura femenina.
Aunque ni en el episodio de las tortas-fritas ni en mis solitarias visitas a las cocinas en busca de instantes visualmente plásticos pude percibir la presencia femenina, es indudable que el carácter previsor del duplicado de calderas es un síntoma claro de su cálido protagonismo en el acontecer campero.
Limitándome solo a esbozar una conclusión, únicamente basándome en mis experiencias, la cual obviamente podría estar plagada de errores, me queda la impresión de una figura femenina...y cuando me faltan las palabras, me pongo a pintar.
"Oh mamma!", ésta obra que he interpretado refiere a ésa figura femenina.
Ciertamente no me movilizan solo las imágenes plásticas, éstas deben hablarme del otro, deben contarme una historia, su historia. Si todo ésto conspira a mi alrededor cuando me encuentro frente a dichas imágenes, es que ha nacido un cuadro y sólo debo pintarlo.
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